Y decido

Lunes 30 de octubre. Solo unos días después de saber la noticia, ya tengo que comunicar mi decisión.

Me explican los pros y contras de cada técnica. Hago miles de preguntas, algunas las repito (creo que hasta tres veces). Ya el jueves me habían explicado bastantes puntos de las dos técnicas, pero claro, asumir que tienes cáncer y decidir si quitarte el pecho entero o parte.... en un solo día???? va a ser que no.

Mi madre no entiende que me plantee las dos opciones, para ella la cirugía conservadora (quitar solo la parte del pecho afectada por el tumor) no es una opción. Dani, sin embargo, antes mis dudas, me explica el mismo domingo que él piensa que para mí va a ser mucho menos traumático verme con medio pecho hasta el momento de la reconstrucción, que verme sin nada.

Pero la decisión es mía. Pufff! buena soy yo para eso. Nadie ha decidido nunca nada por mi. Si así fuera, no tendría ningún tatuaje, verdad mamá? (tengo varios, y, lo siento, mamá, pero los que te quedan por ver... :) )

Partiendo de la base de que las dos técnicas me "quitan el problema" (el médico sigue usando frases en clave en vez de hablar claro), me planteo que la mejor técnica será la que mejores resultados estéticos me ofrezca después, cuando todo pase. Y no se entiende que mi criterio sea ese, pero joder, tengo 32 años y me están asegurando que las dos cirugías suponen una extirpación total del tumor y, por tanto, la "cura", entonces ¿qué criterio voy a usar si además no hay postoperatorio que me asuste después lo que yo pasé con la espalda?.

Llego a la consulta, con mi madre y mi hermana. Hago miles de preguntas y antes de pedirlo, me ofrecen la posibilidad de hablar con el cirujano plástico y que examine mi caso para así darme más información sobe la reconstrucción. Antes de que venga el cirujano, las respuestas que me da el oncólogo hacen que me decida: quiero cirugía conservadora.

Viene el cirujano plástico de todas formas, claro, quiero estar segura. Y entre los dos me vuelven a explicar que, en mi caso, he tenido mala suerte (oh!, qué sorpresa!) tanto por la localización del tumor como por la poca cantidad de pecho que tengo y su forma. (De ahí que en mi caso se hable de reconstrucción desde el principio sí o sí, con una técnica u otra).

El cirujano plástico me explica todo muy claramente, sin paños calientes, y se moja, ¡alguien que se moja? por fin..... y me aconseja, desde un punto de vista médico y estético, qué es lo mejor para mi. Y he aquí la magia: cambio de opinión: "quita todo entonces", digo segura.

Quiero unos pechos normales cuando toda esto acabe. NO por la gente, no por nadie. Sino por mi. Y tomo la decisión yo, sola, aunque con datos tangibles y el consejo médico del cirujano plástico, que en todo momento me insiste en que si quiero la otra opción, "tiramos pa adelante" y hacen todo lo posible por que quede bien, aún corriendo riesgos si así lo decido.

No me voy a detener en toda la explicación que me dieron para decidirme por la mastectomía (sigo escribiendo esa palabra mal, el corrector siempre me avisa). Solo diré que, en mi caso, las posibilidades de que el resultado estético sea satisfactorio para mí son muchísimo más altas que  si elijo la cirugía conservadora. Por esto, y pese a que la mastectomía (otra vez el corrector) es más agresiva, me decido por ella.

Me quitarán la mama entera. Meterán por la piel un expansor que rellenarán de salino ya en el momento de la operación y sucesivamente por lapsos de tiempo hasta que la piel alcance la elasticidad de la piel del otro pecho. Después, en seis meses máximo tras la operación (si no hay contratiempos) lo quitarán y me pondrán una prótesis del tamaño que yo quiera en el pecho extirpado y otra del tamaño necesario en el pecho sano para que estén iguales. El pezón del pecho extirpado lo reconstruirán en una cirugía ambulatoria de 15 minutos de duración, con anestesia local, usando mi propia piel de mi propio pecho. Flipante, pero he visto fotos en el librito que te dan junto con la noticia, y en una de ellas, le dije a Dani: "Dios, que pecho más feo se le ha quedado", y él me respondió "Sandra, el pecho reconstruido es el otro, ese no se lo han tocado, es el sano" Y mis ojos se salían de las órbitas sorprendidos.

A mí por fuerza me tienen que tocar los dos porque, por muy pequeña que fuera la prótesis que me pusieran en el pecho extirpado, sería más grande que el pecho natural. Así que, supuestamente, me va a quedar un resultado natural y bonito. Y sí, más grandes.

"Vais a pensar que estoy loca, pero, ya que ésta es mi decisión, ¿puedo ponerme la talla que quiera?" y los médicos me dicen que en casos como el mío, esa pregunta sieeeempre se hace, y que es normal, que la estaban esperando y que, por supuesto, dentro de unos límites saludables, me ponen la talla que quiera. Les explico que no quiero nada desmesurado, solo un poquitito más. El cirujano plástico ya tiene claro la cantidad que me pondría pero me dice que ya eso se verá llegado el momento, por si quiero algo más de lo que ha pensado él.

Paso superado: decisión tomada y, aunque puedo cambiarla de aquí a la operación, cada vez estoy más segura de que, en mi caso, es lo mejor.      

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