Siguen las complicaciones (26 ag '19)

Qué veranito, qué mesecito... madre mías. Dos abcesos. Sí, dos pequeños abcesos tras aquel día en que me quitaron en julio varios puntos rechazados (entrada anterior de este blog).

Resulta que esta vez, los puntos que mi cuerpo rechazó eran tan internos que no había posibilidad ninguna de extraerlos. Así que se crearon dos heriditas, después empezaron a supurar, y después se convirtieron en abcesos minusculos que aún siguen ahí (aunque bastante más cerrados ahora).

Imagínate que ves que una pequeñita parte de tu pecho, junto a tu "recién estrenado pezón" empieza a ponerne levemente verduzca. Un verdecito muy claro al que no prestas atención, pues la piel ha pasado por todos los colores posibles desde la primera operación aquel fatidico noviembre de 2017. Así que, eso, no le haces caso. Hasta que un día, al desvestirte para meterte en la ducha lo miras, como a diari, para comprobar que todo sigue bien. Y no, de bien nada.

Veo que ese verde es pus bajo la piel. enciendo todas las luces posibles del cuarto de baño y sí, eso es pus. dos manchitas de pus bajo la superficie de la piel, una muuuucho más leve que la otra. Así que, esperando ya lo peor, busco en mi estudio el punzón que utilizo para el Scrap. Lo desinfecto muy bien con alcohol puro y con mucho cuidado (pues el punzón es súper afilado y esa piel muy sensible), pincho la fina capa transparente que cubre aquello verde.

Voy a ahorraros los detalles de lo que siguió después porque no lo veo necesario. Solo decir que me hinché a llorar al ver mi cuerpo así, y que, no qué valentía, pero drené aquello de tal manera (con pausas para sentarme porque la tensión s eme calló por lo suelos y el dolor era cada vez más fuerte), que cuando me vieron al día siguiente en la consulta de cirujía plástica, el cirujano y la enfermera fliparon, pues me había quitado yo sola toda la infección y drenado toda la pus. Les conté todo con detalles, incluída la maravillosa espumita blanca tras echarme agua oxigenada de lleno en el boquete que yo misma me hice (nótese el sarcasmo en "maravillosa"), el dolor al apretarme y secarme con la gasa y el escozor al aplicar betadine cuando ya no podía seguir con aquella especie de intervención de cirujía menor que monté en mi baño.

Desde entonces me han estado vigilando de cerca, cada semana. Apretando cada vez que he ido y rascando con el bisturí en cada ocasión por si el maldito punto se veía, sacarlo. Eso implicaba abrirme el boquete de nuevo, claro, aunque no de manera tan profunda porque además el dolor es bastante agudo.

Como me mandaron antibióticos bastante fuertes a raiz de aquella infección, el segundo boquetito se abrió pero sin pus.

Ahora están los dos cerrando muyyyyy lentamente, pero de manera correcta.

Sigo sin poder bañarme en la playa ni en la piscina, obviamente (lo cual es una tortura viviendo en Cádiz y veraneando en un apartamento en Benalmádena, con piscina y a pie de playa). Pero...... es lo que hay. Unos días lo llevas mejor, otros días peor, y otros solo te levantas de la cama porque amaneces con un valiosamente rutinario "te quiero, buenos días, mi niña" (en diferente orden cada parte de la frase, según el día, de acuerdo a criterio desconocido).

En septiembre tengo la siguiente cita para que me vea mi cirujano, el que me operó. Pero ya me han informado de que es algo muy común que se rechacen los puntos en este tipo de operación. Afirmación bastante... no sé.... frustante creo. Pues si es algo que frecuentemente ocurre, ¿por qué demonios no se usa otra técnica u otro tipo de sutura o de material en los puntos?. Y lo más importante: ¿por qué no me lo dijeron cuando me explicaron las posibles complicaciones (y esta parece ser más que posible) de la operación). No me habría tirado todo el verano esperando el momento de poder bañarme en el mar, cual burro tras zanahoria.

Lo de siempre, es que es lo de siempre.

Al menos puedo ponerme ya la ropa que quiero, aunque debo evitar llevar mucho tiempo seguido sujetadores que presionen mucho el pecho, pero nada más. Bueno, y las curas diarias, claro. Qué ganas tengo de guardar la Cristalmina, el Betadine, el Prontosan, las gasas, el esparadrapo. Diossssssssss.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar